En Septiembre de 2000 la mayor reunión de jefes de estado de toda la historia marco el inicio de este siglo con la adopción de la Declaración del Milenio, que fue aprobada por 189 países y se tradujo en ocho Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM).
El quinto objetivo consiste en mejorar la salud materna, para lo que se propusieron dos metas:
- Reducir la razón de mortalidad materna en tres cuartas partes entre 1990-2015
- Lograr para el 2015 el acceso universal a la salud reproductiva
El plazo está a punto de concluir, estando a seis meses de finalizar el 2015, y ya con una nueva estrategia en construcción conocida como Agenda para el desarrollo post-2015, las lógicas interrogantes, ¿Qué ocurrió con el 5º objetivo? ¿Se cumplieron las metas? Encuentran respuesta en el Informe 2014 de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, del cual les presento un resumen:
Reducción de la Mortalidad Materna
La mortalidad materna es un grave problema de salud pública que manifiesta algunas de las más profundas desigualdades en las condiciones de vida, reflejando cual es la condición de la salud de las mujeres en edad reproductiva, La calidad de los servicios de salud y la atención que estos brindan a la población.
Aunque la tasa de mortalidad materna ha disminuido en todo el mundo en un 45% (de 380 a 210 muertes por cada 100,000 nacidos vivos) aún no se cumple la meta de tres cuartas partes en la reducción de esta. Denotando la desigualdad de condiciones de vida entre países desarrollados y países en vías de desarrollo donde la mortalidad materna es 14 veces más alta, con una tasa de 230 muertes maternas por cada 100,000 nacidos vivos en contraste con solamente 16 muertes maternas por 100000 nacidos vivos en países desarrollados. Latinoamérica muestra una disminución de la tasa, reportándose 77 muertes maternas/100,000 nacidos vivos en 2013, comparado con la tasa observada en 1990 que era 130 muertes por cada 100,000 nacidos vivos.
Una estrategia crucial para reducir la morbilidad y morbilidad materna es asegurarse de que todos los bebes nazcan con la asistencia de un profesional de la salud capacitado, lo cual sirve en la toma de medidas para evitar o tratar complicaciones que podrían ser mortales así como para la referencia de estas pacientes a niveles de atención más apropiado.
El informe reporta un aumento en la proporción de partos atendidos por personal de salud capacitado de un 56% a un 68%, pero a pesar de las mejoras todavía existe una gran disparidad entre las áreas urbanas y rurales, donde el aumento de esta proporción fue solo del 2%, registrándose en esta área en 2012 más de 32 millones de los 40 millones de nacimientos no atendidos por personal de salud.
Acceso Universal a la Salud Reproductiva
La atención de la salud durante el embarazo es esencial para asegurar su evolución normal y saludable y para prevenir, descubrir y predecir posibles complicaciones durante el embarazo y en el momento del parto. La OMS ha recomendado que se realicen al menos cuatro visitas de atención prenatal para asegurar el bienestar de las madres y de los recién nacidos.
En el 2012 en la mayor parte de las regiones en desarrollo, cerca del 80% de las embarazadas fue atendida al menos en una ocasión; y el 52% recibió atención prenatal en 4 o más ocasiones, lo cual supone un incremento desde 1990, cuando el porcentaje era de solo 37%.
Otra reto a cumplir es disminuir la tasa de embarazos en adolescentes, pues este contribuye a la transmisión de pobreza de generación a otra, asociado a la pérdida de oportunidades en lo académico y en lo laboral. Al disminuir la tasa de embarazos en población entre 15-19 años puede influir en el cumplimiento de otros objetivos en lo que respecta a pobreza, educación, igualdad y mortalidad infantil.
Entre 1990-2011 disminuyó la cantidad de partos en este grupo en todas las regiones, pero aún se mantiene alta particularmente en América Latina con 76 nacimientos por cada 1000 adolescentes.
Con respecto a la salud reproductiva, basado en el control de natalidad con métodos anticonceptivos, si bien ha aumentado su utilización, persiste la brecha de demanda de planificación familiar por falta de recursos para sostener estos programas.
Si bien los alcances logrados son notables en la mayoría de las áreas, el reporte concluye “Todavía queda mucho por hacer para reducir la mortalidad materna”.